En 1925, Erenes Bartles catalogó varias especies en la isla de Java. Mientras estaba escribiendo sobre él algo sobrevoló su cabeza, algo parecido a un ratón. Pero tras haberlo pensado un poco se dio cuenta de que en realidad no había sido una nueva especie de ratón, sino de murciélago.
El criptozoologo Iván T. Sanderson investigó este tema recopilando informes entre los indígenas, los cuales ya conocían a este animal bajo el nombre de Ahool.
Varias hipótesis dicen que se puede tratar de un pterosaurio viviente, un primate capaz de planear, una identificación errónea de un murciélago o de un búho marrón de Java.
La envergadura de este críptido ronda los 3,6m. Tiene rasgos faciales simiescos parecidos a los de un Gibón, con ojos grandes y oscuros, pellaje gris y con el tamaño aproximada de un niño.
Se le ha visto colgado de árboles o cuevas. mientras se alimentaba de peces en los ríos, vuela sobre ellos capturandolos con sus garras.
Otros casos de críptidos parecidos a murciélagos o pterosaurios se han dado en África (Kongamato, Guiafairo, Mlularuka, Sasabonsam y Olitiau) y en las islas del sudeste asiático (Ropen en Nueva Guines y Orang Bati, que significa hombre murciélago, en Indonesia)
Aunque no se desecha la posibilidad de que se trate de una especie de murciélago conocida que sufre de gigantismo y el número de avistamientos a lo largo del tiempo puede producirse debido a que los padres pueden pasar esta mutación a sus hijos.
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