6 abr 2012

El Diablo de la Discoteca

Ya que estamos en Viernes Santo os contaré una historia que ocurrió realmente, o eso es lo que dicen. Esta historia ocurrió este día tan marcado en el año cristiano:

Era la fiesta más importante de la ciudad, estaba llena y casi no se podía ni entrar. Pero aún así la gente fue entrando poco a poco hasta que estaban todos dentro. La última persona en entrar fue un joven alto, rubio de ojos azules que atraía a todas las mujeres, ya fueran jóvenes o mayores.

Se acercó a una chica que estaba con sus amigas y esta, sin pensarlo dos veces, lo invitó a un baile. Él aceptó encantado y su cara dibujo una mueca algo siniestra. Este solo le dio una condición para que bailara con él, y era que no le mirara los pies, que sus zapatos estaban muy desgastados y le daba vergüenza.

Bailaron una y otra y otra vez hasta que la chica casi no podía más. Se agachó para quitarse los tacones y ponerse unas francesitas pero dirigió su vista a los pies del joven y ella emitió un grito que llenó toda la discoteca, ahogando el sonido de la música. Los pies del joven no eran pies normales, sino unas enormes garras. La chica se desmayó.

Toda la discoteca fue a socorrerla y cuando miraron hacia atrás le joven no estaba. La chica cayó en coma y sus padres pidieron a la policía que revisara todas las cintas de seguridad para ver quien le había hecho eso a su única amiga. Cuando las revisaron quedaron asombrados ya que donde debería estar el joven solo había una gran mancha borrosa con tonos negros y rojos intermitentes. Pero todos los testigos decían que el que había estado allí era un joven que, extrañamente, nadie conocía.

Tras revisar toda la discoteca vieron en los espejos del baño de mujeres, escrito con sangre de un gato muerto que estaba tirado en el suelo:

''Viernes Santo, muerte de Cristo. Viernes Santo yo revivo y riego sangre y temor entre los humanos''.

La discoteca se llenó de un olor a azufre que perdura hasta nuestros días desde aquel momento y la chica murió a los pocos días con marcas de quemaduras por todo el cuerpo, en los lugares exactos por los que la había tocado el muchacho...